EL FUSILAMIENTO EN MONTERREY DEL GRAL. GUAJARDO EL 18 DE JULIO DE 1920
Apr 09
Letras 1920, Buenavista, Cano, Enrique Hernández, Gomez Palacio, Guajardo, Isaac Garza, Monterrey, Obregón, Osuna, Ríos Zertuche, Torreón, Villa, Zapata Sin comentarios
Autor: Eduardo Guerrero.
Las iras de Dios desata
quien a traición a otro hiere,
y siempre el que a hierro mata
ya saben que a hierro muere.
Esta sentencia terrible
hoy tuvo confirmación
porque Guajardo murió
a causa de una traición.
Guajardo se fingió amigo
de Zapata y a él se alió
y cuando lo vio confiado
a vil traición lo mató.
A la Paz le sirvió mucho
su acción innoble y falaz,
pero la moral fue herida
con esa acción incapaz.
Ahora en Monterrey se vio
cumplir divina sentencia
y a traición Cano entregó
a Guajardo sin conciencia.
Después del triunfo sonado
de González y Obregón.
Guajardo contra de Villa
salió con rumbo a Torreón.
Pero ya tenía su plan
de combatir al Gobierno
pues le dieron muy poco
o era un rebelde eterno.
Al partir de Buenavista
tuvo un percance terrible
pues impedía castigar
un delito muy punible.
Su chaufer mató a un sujeto
lo mandaron aprehender,
pero Guajardo se opuso
y lo tuvieron que vencer.
Salieron luego sus trenes
para el norte del país,
con mil doscientos soldados
pensando hacer un desliz.
Llegando a Gómez Palacio
se declaró en rebelión
desconociendo al Gobierno
y Poderes de la Unión.
Marchóse por la llanura
buscando ayuda eficaz,
por el rumbo del Saltillo
pues no se creyó capaz.
El Gobierno mandó tropa
que lo fuera a perseguir
y en la hacienda La Hediondilla
tuvieron que combatir.
Guajardo perdió la acción,
se dispersaron sus tropas
y con unos cuantos hombres
huyó con muy pocas ropas.
Se perdió por unos días
lo creían unido a Osuna,
cuando vino a aparecer
ya sin esperanza alguna.
En Monterrey se escondió
en la casa de su esposa,
allí lo encontró un amigo
y pasó cosa horrorosa.
Este le avisó al Gobierno
en qué casa se ocultaba
y lo hicieron aprehender
por quien ruin lo delataba.
Antonio Cano, era amigo
y también subordinado
y en la acción de la Hediondilla
se entregó y fue perdonado.
Guajardo no resistió
cuando fueron a aprehenderlo
pero a Cano le injurió
porque así llegó a perderlo.
Para formarle proceso
fue preso incomunicado
y en un Consejo de Guerra
a muerte fue condenado.
La noche del diecisiete
la pasó Guajardo en vela
y la sombra de Zapata
fue su única compañera.
Por la mañana a las siete
del dieciocho del actual
fue ejecutado Guajardo
en el Cuartel Terminal.
Seis soldados fusilaron
al matador de Zapata
mandados por Ríos Zertuche
y les regaló su plata.
Con la primera descarga
cayó herido el general
y el mayor Enrique Hernández
le destrozó el parietal.
Los deudos pidieron luego
se les entregara el muerto
y en la calle Isaac Garza
velaron su cuerpo yerto.
Sus restos duermen en paz
en el gran panteón del Carmen
y su fin no olvidarán
los que contra el Gobierno se alcen.
El pueblo ya está cansado
con tanta revolución
quiere paz; quiere trabajo,
y progreso en la nación.
Triste fin de un guerrillero
acabó de referir
a traición mató a su amigo
y otro le hizo a él morir.
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