Jul 05
Letras Madero, Revolución, Villa
Despierten ya, mexicanos,
los que no han podido ver,
que andan derramando sangre
por subir a otro al poder.
!Pobre nación mexicana!
qué mala ha sido tu suerte;
tus hijos todavia quieren
más en la desgracia verte.
Mira a mi Patria querida
nomás cómo va quedando;
que esos hombres más valientes,
todos los van traicionando.
¿Dónde está el jefe Zapata?
que esa espada ya no brilla;
¿dónde está el bravo del Norte,
que era don Francisco Villa?
Fueron líderes primeros
que empuñaron el acero;
hasta subir al poder
a don Francisco I. Madero.
Pero ¡qué iluso Madero!,
cuando subió al poder
a Pancho Villa y Zapata
los quiso desconocer.
Yo no he visto candidato
que no sea convenenciero;
cuando suben al poder
no conocen compañero.
Zapata le dijo a Villa:
— Ya perdimos el albur;
tu atacarás por el Norte,
yo atacaré por el Sur.
Ya con esta me despido,
porque nosotros nos vamos;
aqui termina el corrido,
despierten ya, mexicanos.
Jun 05
Letras Chinameca, Cuautla, Guajardo, Huerta, Jáuregui, Madero, Ozumba, Pablo González, Palafox, Tepaltzingo, Villa, Yautepec, Zapata
Vengan a oír estos versos
todos con mucha atención,
de un gran suceso ocurrido
que comenta la Nación.
El jefe Pablo González
ideó sus planes certeros,
para poder dominar
al Estado de Morelos.
Primero vengo a contarles,
la historia de un guerrillero
desde que se pronunció
hasta su fin tan postrero.
En mil novecientos diez
en armas se levantó,
y al grito ¡Viva Madero!
al gobierno combatió.
Luego Zapata y sus fuerzas
cuando Madero triunfó,
por causas no conocidas
de nuevo se sublevó.
Y todos bien recordamos
cuando la traición de Huerta,
Zapata aun siendo rebelde
no se mezcló en la reyerta.
Cuando el cuartelazo infame
del día nueve de febrero
al Estado de Morelos
fue en automóvil Madero.
No se sabe a qué negocio
Madero fue a Cuernavaca
el caso es, sin contratiempo
conferenció con Zapata.
Por fin Huerta por los suyos
fue elegido Presidente
pero Zapata en Morelos
juró a Huerta darle muerte.
Villa y Carranza en el norte
juraron con buen esmero
vengarla sangre regada
del Presidente Madero.
Luego entre Villa y Carranza
un disgusto aconteció,
pero Emiliano Zapata
con Villa sí confrontó.
Se unieron Villa y Zapata
como buenos compañeros,
uno peleaba en el Norte
otro en el plan de Morelos.
Con Orozco y De la Barra,
con Carranza y otros más,
Zapata jamás no quiso
hacer convenios de paz.
El famoso Plan de Ayala
era esa la única bandera,
que Zapata reclamaba
para terminar la guerra.
Las causas que reclama
ese plan en realidad
es el reparto de tierras,
Democracia y Libertad.
Pero Zapata renuente
nunca quiso someterse,
para que buenas doctrinas
un gobierno las cumpliese.
Por fin Carranza, señores,
mandó fuerzas federales,
a combatir a Zapata,
por montes, pueblos y valles.
Pues el general González
al frente de mil guerreros,
fue mandado por Carranza
al Estado de Morelos.
En un mes de operaciones
los soldados carrancistas
quitaron Cuautla Morelos,
a las fuerzas zapatistas.
González dio garantías
a muchos jefes surianos,
para rendirse al gobierno
en conformidad de hermanos.
Muchos jefes zapatistas
mirando las garantías,
a Zapata abandonaron
en todas sus correrías.
Zapata viéndose solo
con muy poco contingente,
acudió a su gran astucia
para reclutar más gente.
A fines del mes de marzo,
del año que está presente,
Zapata mandó una carta
a Guajardo urgentemente.
Guajardo era coronel
de las tropas de Carranza;
pero logró de Zapata
hacerse de gran confianza.
Zapata mandó otra carta
hasta Cuautla astutamente,
a donde le aconsejaba
se volteara con su gente.
Guajardo le contestó
nomás espero el dinero,
para pagarle a las tropas
y pertrecharlas si puedo.
Veinte cargas de maíz
tengo yo que recibir,
si es que usted las necesita
se las puedo conducir.
Pues el general Guajardo
fingiendo estar rebelado
salió de Cuautla Morelos,
con sus tropas bien armado.
Guajardo salió de Cuautla
con mucho gusto y contento
al Rancho de Chinameca
para estar de destacamento.
Al licenciado Palacios
mandó Zapata al instante
al Rancho de Chinameca
como su representante.
Cuatro cartas se mandaron
uno y otro en la ocasión,
a donde se profesaban
una gran estimación.
La última carta mandó
Guajardo en contestación,
donde le dijo a Zapata
quedo a su disposición.
La primera orden que dio
Zapata sin dilación,
que a Bárcenas lo matase
por jugar alta traición.
Guajardo dijo a Zapata
es difícil comisión,
porque Bárcenas se encuentra
en Cuautla en esta ocasión.
Mi general, le obedezco
todo lo que mande usted,
pero mejor fuera bueno
tomar Jonacatepec.
Por órdenes de Zapata
Guajardo salió de allí
y la plaza fue tomada
el 8 del mes de abril.
Aunque el combate fue corto
con los falsos “zapatistas”
hubo siempre algunos muertos
de las fuerzas carrancistas.
En Tepaltzingo esperaba
Zapata de gusto henchido,
al valiente de Guajardo
por el triunfo ya obtenido.
Ya todo el plan de González
estaba casi concluido,
para poder agarrar
a Zapata muerto o vivo.
Una mujer se acercó
a Zapata desmayada,
diciéndole que Guajardo
quería hacerle una celada.
Zapata oyó los consejos
de su amiga sin igual,
y también formó sus planes
para evitar cualquier mal.
Muchachos, dijo Zapata,
tengan mucha precaución,
vigilen bien a Guajardo
que quiere hacernos traición.
Como a las tres de la tarde
Guajardo se dirigía,
a darle parte a Zapata
del gran triunfo de ese día.
Zapata dijo a Guajardo
que en prueba de estimación,
celebraran ese triunfo
con un gran comelitón.
Pero el coronel Guajardo
fingiendo estar fatigado
dijo que no podía ir,
por estar un poco malo.
Que mejor ese festín,
se efectuara al otro día,
en Chinameca, a su jefe
un banquete le ofrecía.
Zapata al fin accedió
a la oferta de Guajardo,
para ver si de ese modo
allí podía capturarlo.
Guajardo dijo a sus tropas
que al llegar su contrario,
a Zapata se le hicieran
honras de divisionario.
Que para el segundo toque,
contraseña anticipada,
los soldados sin demora
harían descarga cerrada.
Al llegar a Chinameca
Zapata algo malició,
y cogiendo luego su arma
el combate se trabó.
Se posesionó muy bien
para poder resistir,
pero a los pocos momentos
ya no pudo combatir.
Muerto cayó en aquel sitio
por una bala certera,
terminando allí su vida
en su trágica carrera.
Varios jefes zapatistas
fueron hechos prisioneros,
y otros abandonaron
el Estado de Morelos.
Palafox allí murió,
Jáuregui fue capturado,
y en Cuautla de Morelos
fue también ejecutado.
El cadáver de Zapata
a Cuautla fue conducido,
para que por todo el pueblo
fuera bien reconocido.
Cuando en Morelos se supo
la nueva que aconteció
toda la tropa con dianas
toda Cuautla recorrió.
De Ozumba y de Yautepec,
de México y Cuernavaca
iban a ver el cadáver
del que en vida fue Zapata.
Tres días estuvo su cuerpo
a la vista de la gente,
hasta que fue sepultado
el día doce del presente.
Así terminó su vida
un jefe de guerrilleros,
criollito de Nenecuilco
del Estado de Morelos.
Ya este corrido he cantado,
me despido con afán
si en algo estuviere errado
las faltas perdonarán.
Aug 12
Letras 1914, Estados Unidos, México, Villa, Wilson, Xochimilco, Zapata
Les voy a cantar amigos,
lo último que sucedió.
Que el día 4 de diciembre
Villa a Zapata abrazó,
y tanto se emocionó
que lágrimas le rodaron
como que significaron
el bien para la Nación;
y desde aquella ocasión
los balazos se acabaron.
En Xochimilco pasó esto,
de lo que les estoy tratando
y si no lo quieren creer
que lo vayan preguntando;
lo fueron cablegrafiando,
a los Estados Unidos,
ya que de todos fue sabido,
Wilson también lo conoce
y dicen que ha prometido
que al gobierno reconoce.
Ejército ya tenemos
que nos viene asegurar,
que garantías ha de dar
que mucho ya apetecemos
Ahora sí ya bien podremos
de dulce quietud gozar,
pues Villa nos ha de dar
el valioso contingente
de disciplinada gente
que él bien supo organizar.
Son valientes fronterizos
al peligro ya avezados,
campesinos esforzados,
cuyos músculos macizos,
cuyos semblantes cobrizos
desde luego indican ser,
de gente que hasta vencer
sabe indómita luchar,
pues encuentra en el bregar
un insólito placer.
La ciudad alegre está
con los villistas famosos,
zapatistas valerosos
gente que bien nos traerá.
Con razón la gente va
con el semblante contento,
ansiando con el aliento
bien poderlos contemplar,
para poder afirmar
que su entrada no es un cuento.
Antes la gente sentía
tristeza muy pronunciada,
pena en el alma infiltrada,
profunda melancolía.
Hoy se le nota alegría,
y a fe que tiene razón,
que obedece su emoción
a un motivo muy fundado:
un ejército ha llegado
que causa satisfacción.
Hay en los soldados éstos
un contingente marcial,
serio el semblante y formal,
que no promete denuestos.
No son augurios funestos
los que vierte su presencia,
pues no es la injusta violencia
lo que viene a traer,
sino paz a establecer
como lo ansía la conciencia.
Las campanas repicaron
y la nueva difundieron,
de que villistas vinieron
y zapatistas llegaron.
Muchas gentes contemplaron
el ejército llegar,
y pueden testificar
su orden y su compostura,
y el aspecto de bravura
que en ellos se hace notar.
En correcta formación,
alineada, estricta, justa
que a la ordenanza se ajusta
y a militar prescripción,
cada tupido escuadrón
desfiló bizarramente
y pudo mirar la gente
que la entrada presenciaba,
cómo el soldado marchaba
alta llevando la frente.
¡Salid villistas valientes
y felipistas bizarros,
que sois magníficos charros
y soldados imponentes!
Levantad las fieras frentes,
que un laurel habrá que ornar,
que la fama os ha de dar
por vuestros hechos de guerra
esta mexicana tierra,
que así os ha de premiar.
Mexicanos tan sufridos;
que la guerra fratricida
sea para siempre concluida,
que estemos todos unidos;
y que sean bienvenidos,
la calma para afianzar,
estos soldados que a dar
vienen orden, garantías,
con las grandes valentías
que han sabido demostrar.
Este día seis memorable
impreso se quedará
como que fue cuando entraron
las fuerzas a la ciudad;
de gente una inmensidad
en las calles se formaron,
confetis y flores regaron
en prueba de admiración,
las campanas repicaron
para rubricar la unión.
Palacio se engalanó
con cortinas y banderas,
esas que son mensajeras
de unión y fraternidad,
y que tienen igualdad
donde el escudo aparece
y que a todos ennoblece
ondeando como el mejor
en la ciudad o en la guerra
el pabellón tricolor.
El presidente Gutiérrez
en un balcón se asomó
y con mano cariñosa
desde ahí los saludó;
esto nos significó
que política no tienen
y que si a la ciudad vienen
vienen a garantizar
la vida y los intereses
que otros pretendían quitar.
Como somos mexicanos,
ayuda hemos de prestar
a todos nuestros hermanos
que bien supieron luchar,
vayamos a trabajar
que ya se hace necesario,
porque ganando el salario
todos nos hemos de honrar;
la patria ha de prosperar
con nuestro trabajo diario.
Vivan, pues, los generales
que vienen a rescatar
las libertades queridas
que nos quisieron quitar,
a México hemos de honrar
como buenos ciudadanos,
rencillas hay que olvidar
que no tenemos tiranos,
alegres, contentos y ufanos
debemos por siempre estar.
Jul 25
Letras Ángeles, México, Villa, Zapata
A las once de la noche
de noviembre veintiocho,
sin que se alterara el orden,
entraron los zapatistas.
Las campanas repicaron,
en casi todos los templos,
y toda la población
en alarma se halló luego.
Como no faltan curiosos,
éstos a la calle fueron
a ver lo que acontecía
para dormir ojo alerta.
Se encontraron en las calles
en correcta formación
a las fuerzas que Zapata
mandaba de explorador.
A Zapata se le espera
con confeti y con flores
para regarle la calle
como a los libertadores.
Villa, Ángeles y Zapata,
los tres reunidos vendrán
a gobernar este pueblo
y a darle la dicha y paz.
Jul 09
Letras Bajío, Carranza, Celaya, Chihuahua, México, Oaxaca, Obregón, Pachuca, Puebla, Querétaro, Veracruz, Villa, Zapata
Al triunfar los Carrancistas
del Gobierno usurpador,
la Capital fué ocupada
por Carranza el vencedor.
Muchos Jefes no querían
que el Primer Jefe siguiera,
y acordaron que otro Jefe
en Convención se eligiera.
Carranza su anuencia dió
y se eligió a Aguascalientes,
para que allí se reunieran
y arreglar cosas pendientes.
Villa, Natera y Gutiérrez
trataron de hacer presión,
porque se quitara el mando
a Carranza sin razón.
Se discutió con denuedo
y se llegó a la conclusión,
que debía de ser nombrado
Presidente de la Nación.
Tres partidos se formaron
en aquella grande Asamblea,
Villistas y Carrancistas
y otro terció en la pelea.
Muchos días de discusiones
separaron a los leales,
y enemigos se volvieron
por cuestiones personales.
Con arranques de patriotismo
los Diputados propusieron,
que sus firmas se asentaran
en la enseña tricolor.
Hubo debates caldeados
para rebatir la idea,
y un enviado de Zapata
hizo una ofensa muy fea.
Desgarró nuestra bandera
diciendo que era quimera,
que un trapo no era la Patria
sino una enseña cualquiera.
Mucho trabajo costó
a la gente moderada
hacer que las armas guardaran
los que a luchar se aprestaban.
Después de no convencerse,
en muy largas discusiones
se hablaba de suspenderla
cuando hicieron concesiones.
Propuso el tercer partido
a E. Gutiérrez de Presidente
y a él se aliaron los Villistas
y Eulalio fué el Presidente.
Carranza nunca aceptó,
lo quitaron del poder
y a sus afectos mandó,
la Convención desconocer.
Villa avanzó en son de guerra,
y Carranza al retirarse
dejó la gran Capital
pa´en Apam atrincherarse.
Otra guerra se encendió
más fuerte y encarnizada,
Villistas y Carrancistas
destrozaron la Patria amada.
Veracruz fué Capital
del partido de Carranza,
y se guerreó con gran zaña
y la mayor desconfianza.
Con los buenos elementos
que agenció en el extranjero
pudo armar a nuevas tropas
y llegó a ser el primero.
Tomó la ciudad de Puebla
contra gentes de Zapata,
después se ocupó Pachuca
y llegaron a Oaxaca.
Luego a México tomaron
y a Querétaro también,
y en Celaya y el Bajío
Obregón triunfó muy bien.
Villa perdió cuanto tuvo
y hasta Chihuahua marchó,
y México pacificado
a Carranza lo ensalzó.
Se hicieron las elecciones
y a Carranza lo eligieron,
entrando al orden legal,
y en paz los que sucumbieron.
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