Jun 05
Letras Chinameca, Cuautla, Guajardo, Huerta, Jáuregui, Madero, Ozumba, Pablo González, Palafox, Tepaltzingo, Villa, Yautepec, Zapata
Vengan a oír estos versos
todos con mucha atención,
de un gran suceso ocurrido
que comenta la Nación.
El jefe Pablo González
ideó sus planes certeros,
para poder dominar
al Estado de Morelos.
Primero vengo a contarles,
la historia de un guerrillero
desde que se pronunció
hasta su fin tan postrero.
En mil novecientos diez
en armas se levantó,
y al grito ¡Viva Madero!
al gobierno combatió.
Luego Zapata y sus fuerzas
cuando Madero triunfó,
por causas no conocidas
de nuevo se sublevó.
Y todos bien recordamos
cuando la traición de Huerta,
Zapata aun siendo rebelde
no se mezcló en la reyerta.
Cuando el cuartelazo infame
del día nueve de febrero
al Estado de Morelos
fue en automóvil Madero.
No se sabe a qué negocio
Madero fue a Cuernavaca
el caso es, sin contratiempo
conferenció con Zapata.
Por fin Huerta por los suyos
fue elegido Presidente
pero Zapata en Morelos
juró a Huerta darle muerte.
Villa y Carranza en el norte
juraron con buen esmero
vengarla sangre regada
del Presidente Madero.
Luego entre Villa y Carranza
un disgusto aconteció,
pero Emiliano Zapata
con Villa sí confrontó.
Se unieron Villa y Zapata
como buenos compañeros,
uno peleaba en el Norte
otro en el plan de Morelos.
Con Orozco y De la Barra,
con Carranza y otros más,
Zapata jamás no quiso
hacer convenios de paz.
El famoso Plan de Ayala
era esa la única bandera,
que Zapata reclamaba
para terminar la guerra.
Las causas que reclama
ese plan en realidad
es el reparto de tierras,
Democracia y Libertad.
Pero Zapata renuente
nunca quiso someterse,
para que buenas doctrinas
un gobierno las cumpliese.
Por fin Carranza, señores,
mandó fuerzas federales,
a combatir a Zapata,
por montes, pueblos y valles.
Pues el general González
al frente de mil guerreros,
fue mandado por Carranza
al Estado de Morelos.
En un mes de operaciones
los soldados carrancistas
quitaron Cuautla Morelos,
a las fuerzas zapatistas.
González dio garantías
a muchos jefes surianos,
para rendirse al gobierno
en conformidad de hermanos.
Muchos jefes zapatistas
mirando las garantías,
a Zapata abandonaron
en todas sus correrías.
Zapata viéndose solo
con muy poco contingente,
acudió a su gran astucia
para reclutar más gente.
A fines del mes de marzo,
del año que está presente,
Zapata mandó una carta
a Guajardo urgentemente.
Guajardo era coronel
de las tropas de Carranza;
pero logró de Zapata
hacerse de gran confianza.
Zapata mandó otra carta
hasta Cuautla astutamente,
a donde le aconsejaba
se volteara con su gente.
Guajardo le contestó
nomás espero el dinero,
para pagarle a las tropas
y pertrecharlas si puedo.
Veinte cargas de maíz
tengo yo que recibir,
si es que usted las necesita
se las puedo conducir.
Pues el general Guajardo
fingiendo estar rebelado
salió de Cuautla Morelos,
con sus tropas bien armado.
Guajardo salió de Cuautla
con mucho gusto y contento
al Rancho de Chinameca
para estar de destacamento.
Al licenciado Palacios
mandó Zapata al instante
al Rancho de Chinameca
como su representante.
Cuatro cartas se mandaron
uno y otro en la ocasión,
a donde se profesaban
una gran estimación.
La última carta mandó
Guajardo en contestación,
donde le dijo a Zapata
quedo a su disposición.
La primera orden que dio
Zapata sin dilación,
que a Bárcenas lo matase
por jugar alta traición.
Guajardo dijo a Zapata
es difícil comisión,
porque Bárcenas se encuentra
en Cuautla en esta ocasión.
Mi general, le obedezco
todo lo que mande usted,
pero mejor fuera bueno
tomar Jonacatepec.
Por órdenes de Zapata
Guajardo salió de allí
y la plaza fue tomada
el 8 del mes de abril.
Aunque el combate fue corto
con los falsos “zapatistas”
hubo siempre algunos muertos
de las fuerzas carrancistas.
En Tepaltzingo esperaba
Zapata de gusto henchido,
al valiente de Guajardo
por el triunfo ya obtenido.
Ya todo el plan de González
estaba casi concluido,
para poder agarrar
a Zapata muerto o vivo.
Una mujer se acercó
a Zapata desmayada,
diciéndole que Guajardo
quería hacerle una celada.
Zapata oyó los consejos
de su amiga sin igual,
y también formó sus planes
para evitar cualquier mal.
Muchachos, dijo Zapata,
tengan mucha precaución,
vigilen bien a Guajardo
que quiere hacernos traición.
Como a las tres de la tarde
Guajardo se dirigía,
a darle parte a Zapata
del gran triunfo de ese día.
Zapata dijo a Guajardo
que en prueba de estimación,
celebraran ese triunfo
con un gran comelitón.
Pero el coronel Guajardo
fingiendo estar fatigado
dijo que no podía ir,
por estar un poco malo.
Que mejor ese festín,
se efectuara al otro día,
en Chinameca, a su jefe
un banquete le ofrecía.
Zapata al fin accedió
a la oferta de Guajardo,
para ver si de ese modo
allí podía capturarlo.
Guajardo dijo a sus tropas
que al llegar su contrario,
a Zapata se le hicieran
honras de divisionario.
Que para el segundo toque,
contraseña anticipada,
los soldados sin demora
harían descarga cerrada.
Al llegar a Chinameca
Zapata algo malició,
y cogiendo luego su arma
el combate se trabó.
Se posesionó muy bien
para poder resistir,
pero a los pocos momentos
ya no pudo combatir.
Muerto cayó en aquel sitio
por una bala certera,
terminando allí su vida
en su trágica carrera.
Varios jefes zapatistas
fueron hechos prisioneros,
y otros abandonaron
el Estado de Morelos.
Palafox allí murió,
Jáuregui fue capturado,
y en Cuautla de Morelos
fue también ejecutado.
El cadáver de Zapata
a Cuautla fue conducido,
para que por todo el pueblo
fuera bien reconocido.
Cuando en Morelos se supo
la nueva que aconteció
toda la tropa con dianas
toda Cuautla recorrió.
De Ozumba y de Yautepec,
de México y Cuernavaca
iban a ver el cadáver
del que en vida fue Zapata.
Tres días estuvo su cuerpo
a la vista de la gente,
hasta que fue sepultado
el día doce del presente.
Así terminó su vida
un jefe de guerrilleros,
criollito de Nenecuilco
del Estado de Morelos.
Ya este corrido he cantado,
me despido con afán
si en algo estuviere errado
las faltas perdonarán.
Oct 28
Letras Chinameca, Jesús Capistrán, Jesús M. Guajardo, Maurilio Mejía, Pablo González, Plan de Ayala, Zapata
Hoy amigos la suerte es contradictoria,
cuando el hombre no tira bien sus medidas,
queda escrito en los anales de la historia
lo que le hombre pueda ser en esta vida.
Es muy lógico que el hombre sea patriota,
guerrillero y de muy buenas condiciones,
que se gane las presillas y carlotas
con sus hechos, pero en buenas condiciones.
Pero el hombre que traiciona a su bandera
es muy poco militar y no es patriota,
ser lo lleva la ambición de las monedas,
son muy raras las personas y muy pocas.
En la historia están grabados los traidores,
los que dicen: “Soy patriota”, y no lo son,
sugestionan sus personas y por cobres
nada le hace que se pierda el pundonor.
Ante el vulgo es afrentoso que Maurilio
que se entablen relaciones con don Pablo,
que recuerden que González fue el cuchillo
y el verdugo fue Jesús M. Guajardo.
Ni el rumor de las espadas han podido,
ni secciones de cañones que emplazaron ,
sólo Jesús Capistrán y usted Maurilio
sin más réplica al gobierno se pasaron.
Que nos duele tanta sangre que ha corrido
por el bien de nuestros pueblos mexicanos,
todavía con eso, señor don Maurilio,
se transmite un carrancista y vil tirano.
Si Zapata reviviera y los viera
todos los que han traicionado el Plan de Ayala,
desearían que se los tragara la tierra
y de vergüenza no le querrían dar la cara.
Rancho Nuevo, Chinameca, es un testigo,
allí fue donde sucumbió nuestro caudillo,
el apóstol que teníamos más querido,
que el suriano nunca olvida su sentido.
Los valientes nunca corren a rendirse,
el que no ama Dios ni Patria es un tirano,
los presente sólo están para decirles
que muy pronto verá usted su desengaño.
La historia ha de condenar a los infieles,
como premiará a los que han sido leales,
los que no se acobardaron con las muelles,
los que firmes sostuvieron sus ideales.
Adiós Maurilio Mejía, ya me retiro,
a Jesús Capistrán dará un abrazo,
el que su mano le extiende a su enemigo,
pues, de seguro, sólo le espera el cadalso.
Sep 24
Letras Carranza, Guajardo, Monterrey, Pablo González
No tantas se hacen al día
como se pagan velando,
y es justo, por vida mía,
el dar como vienen dando.
El asesino Guajardo,
por traición, mató a Zapata;
y a él, que fué de pico pardo,
también por ley se le mata.
Por llegar a general
fué de traición en traición,
a todos causando mal
y afrentando a la Nación.
Satélite de González
y aconsejado por él,
causó al pueblo muchos males,
haciendo muy mal papel.
Su reputación se alzó
cuando la huida de Carranza,
pues en él se hizo confianza
y la suerte le ayudó.
Más hasta en eso se ve
que su conciencia era poca,
pues él fue quien puso en pié
lo de la máquina loca.
Muchas víctimas cayeron
en desgracia en esa vez,
mas casi todos dijeron:
¡Azar de la guerra es!
Y así las cosas pasaron
y Guajardo se salvó,
pues todos consideraron
que el caos así lo exigió.
Pero esto no quieta, pues,
del hecho la gravedad;
ni deja de ser maldad,
como se juzgó después.
Hasta aquí se había salvado
el Guajardo en sus maldades,
más siguen sus liviandades
y sus hechos de malvado.
Se pronuncia; se le ataca,
se despedaza su gente,
y su maldad se destaca
como audaz, como insolente.
Y viéndose en la impotencia
porque nadie lo seguía,
no se acoge a la clemencia
ni la prudencia es su guía.
Sino que huye avergonzado
tras de su jefe y señor,
que es otro que se ha ofuscado
en las leyes del honor.
Se marcha hasta Monterrey
huyendo entre matorrales,
tras de Don Pablo González
como hombre de mala ley.
Y cuando hasta allí llegó,
huyendo entre matorrales,
tras de Don Pablo González
como hombre de mala ley.
Y cuando hasta allí llegó,
huyendo de su fracaso,
encuentra a su fuerte brazo
que ya también él cayó…
La justicia los separa;
se esconde, más dan con él,
y hace muy triste papel
cuando le hablan cara a cara.
A su jefe no rescata
y en un cuartel fué metido,
y allí queda detenido
el matador de Zapata…
A sumariarlo proceden
para ver cuál es su suerte,
y ya salvarse no pueden
de la sentencia de muerte.
Y el rudo conspirador
torpe, desleal e infidente,
no muere como un valiente,
y sí como vil traidor.
Mala muerte, el ambicioso,
desde su cuna declara,
pues desde luego prepara
un suplicio vergonzoso.
González, que fué el mentor
de Guajardo en liviandades,
verá que en sus terquedades
no tendrá suerte mejor…
El mérito se aquilata,
pero el error se castiga;
y aquél que al error instiga
también nuestra ley lo mata.
Dura es la Ley, pero es ley
que no perdona al osado;
y el caso de Monterrey
está bien patentizado.
Guajardo bajó a la tumba
y con él irá González;
¡Que así la maldad sucumba!
¡Que así acaben los desleales…!
Si el ejemplo prosperara
no habría más revolución,
y nadie se levantara
arruinando a la Nación.
Pero por suerte fatal
hay racimo de tiranos
que viven buscando el mal
a todos los mexicanos.
Sep 17
Letras Carrancistas, Cerro Gordo, Chiconautla, Churubusco, Constitución, Emiliano Zapata, Francisco Coss, Juan Lechuga, Juan Merigo, La Villa, México, Nacho Flores, Obregón, Pablo González, Revolución, San Cristóbal, Silva Sanchéz, Tepexpan, Texcoco, Venustiano Carranza, Veracruz, villistas, Zapatistas
Tengan presente señores,
no se les vaya a olvidar,
que el 10 de junio en la tarde
tomamos la Capital.
Señores, triunfó Carranza,
por todita la Nación,
entre Obregón y otros jefes
derrotaron la reacción.
Estos son datos seguros
los que les vengo yo a dar,
del notable último triunfo,
en la hermosa Capital.
La espada de la justicia
ya ha vencido a la reacción,
Carranza alcanzó las palmas
que le ha dado la Nación.
Ahora ya somos felices,
triunfó la Constitución,
ya no tendremos miserias,
ya no habrá Revolución.
Todos pelearon como héroes
dando un golpe muy audaz,
a todos los reaccionarios
para que se haga la paz.
México lo gobernaban
zapatistas y villistas,
pero ha sido libertado
por los leales carrancistas.
Este golpe lo juzgaban
los villistas una chanza,
no esperaban que triunfara
don Venustiano Carranza.
La Metrópoli atacaron
con muchas dificultades,
y al fin siempre fue tomada
por valientes generales.
Fuertes defensas tenían,
los soldados zapatistas,
para evitar el avance
de las fuerzas carrancistas.
La capital fue atacada,
en diferentes lugares,
por las fuerzas comandadas
por Coss y Pablo González.
Con furia y muy animados
hasta el peligro se acercan,
y a fuego y sangre tomaron
la población de Tepexpan.
El cerro de Chiconautla
Palemón Rojas tomó,
unido con Juan Lechuga,
que como león se batió.
La artillería Silva Sánchez
la atacaron zapatistas,
pero fue bien defendida
por las fuerzas lechuguistas.
Francisco Coss con su tropa
moviéndose poco a poco,
asaltó líneas de fuego
por el rumbo de Texcoco.
Tomó su estado mayor
para echar bien sus niveles
haciendo un violento avance
hasta cerca de Los Reyes.
Como a las once empezaron
cañones a disparar,
eran las artillerías
que hacían fuego en el Canal.
Coss oyó los disparos
y comprendiendo el peligro
mandó que rompieran fuego
los cañones de Merigo.
La primera batería
luego empezó a disparar,
haciendo tiros certeros
con dirección del Canal.
La segunda batería,
protegida por un bordo,
hacía terribles destrozos
muy cerca de Cerro Gordo.
Comprendiendo el enemigo,
que nunca podría ganar,
todos medrosos corrieron
por la orilla del Canal.
Coss en una plataforma
puso una pieza montada
para hacer fuego a los trenes
que iban ya de retirada.
El coronel Torres fue,
con una fuerte avanzada,
para cortar la salida
y evitar la retirada.
El día nueve, en la mañana,
cuando Dios echó su luz,
llegaron los juchitecos
con parque de Veracruz.
Los enviaron con Lechuga
para alzar una trinchera,
donde unidos dominaron
el camino de la sierra.
Álvarez con Torres y otros,
González con Juan Merigo,
comandados por Cosío,
batieron al enemigo.
Los zapatistas cobardes
a San Cristóbal huyeron
y las fuerzas de Lechuga,
con saña los persiguieron.
El puente de San Cristóbal,
lo tomó don Nacho Flores,
y los valientes de Lechuga
los batieron con rigores.
El día diez en la mañana,
con empuje definido
entraron a San Cristóbal
que evacuara el enemigo.
Repicaron las campanas,
redoblaron los tambores,
y clarines anunciaron
triunfo de libertadores.
Marcharon a Cerro Gordo
todas las tropas ligeras,
quitándole al enemigo
todas sus fuertes trincheras.
Se distinguió mucho Torres
con Medina y con González,
Álvarez y Juan Lechuga,
avanzando con Linares.
Atacado Cerro Gordo
huyeron en desbandada
los veloces zapatistas
a La Villa en retirada.
Eran las dos de la tarde
y viendo su acción perdida
salieron de Guadalupe
en vergonzosa corrida.
De La Villa se vinieron
por el Río de Consulado
y a México se metieron
con un semblante asustado.
Para hacer triunfo completo
limpiaron de zapatistas,
Coss por el sur y el Peñón
y Robelo en Altas Vistas.
Los enemigos que andaban
dentro de la Capital
los eléctricos tomaban
para poderse salvar.
Por último en Churubusco,
fue un horroroso combate,
contra de los fugitivos,
que buscaban el escape.
Todas sus huestes llevaban
el rumbo hacia Cuernavaca,
para presentar su triunfo
con Emiliano Zapata.
Si les gustó este corrido
lo deberán de comprar,
es la toma verdadera
de la hermosa Capital.
Nov 04
Letras 30 de Agosto, Amador Salazar, Chilapa, Chilpancingo, Emiliano Zapata, Felipe Beltrán, Felipe Neri, Francisco I. Madero, Guajardo, Jesús Capistrán, Mazatepec, México, Morelos, Otilio Montaño, Pablo González, Plan de Ayala
México lindo descubre ese velo
que ciñe tu frente guardando el dolor
para que conozca así el mundo entero
a quien la patria se le debe ese honor.
Diste un hombre de sanos ideales
que encabeza la revolución
se oyó aquel grito por tierras y mares
como proclama de la redención.
El General Emiliano Zapata
guerrero y caudillo de nuestra nación
Francisco I. Madero del plan se retracta
que fue el motivo de la revelión
Año 11 fué el 30 de Agosto
cuando Zapata les dijo a sus hombres
hoy seguiremos peleando con gusto
que de Morelos serán los honores.
Los Generales que voy a nombrar
Otilio Montaño y Jesús Capistrán
fué de su confianza Amador Salazar
Lorenzo Vázquez y Felipe Beltran.
Felipe Neri y Francisco Mendoza
Eufemio Zapata y Francisco Alarcón
Antonio Barona en toma de plazas
con estos se dieron un buen atorón.
En el año de mil novecientos once
noviembre veintiocho fué día memorable
el Plan de Ayala con gusto firmóse
piensa en tu patria que debe salvarse.
Ordenando Emiliano Zapata
aquellos jefes de buen cumplimiento
con su bandera triunfante y sesante
sobre las tierras de el repartimiento.
Presiaremos lo más importante
que fué en el año del doce al catorce
el zapatista peleando con arte
jurando bandera se hizo notable.
Plazas tomadas fué la de Chilapa
de Chilpancingo a Mazatepec
el zapatista el camino les tapa
tomando la hacienda de Zacatepec.
Fuerzas de Ojeda fueron rechazadas
sembrando en Morelos el pánico horror
aunque aquellas fechas han sido pasadas
aquí en nuestro pecho se encuentra el dolor.
Tú nunca olvides mi patria querida
que tienes hombres de mucho valor
el mexicano no aprecia su vida
la da con orgullo probando su honor.
Aquí en Morelos se encuentra la cuna
de aquellos ideales de un buen pensador
y Pablo González desde su tribuna
ordena a Guajardo su plan de traidor.
Año díez y nueve fué el 10 de Abril
cuando Zapata fué sacrificado
aunque de este mundo dejó de existir
aquí en nuestro pecho ha quedado grabado.
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