Corrido a los campesinos de la República Mexicana

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Autor: Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Veracruz.

Cuando el gachupín llegó
hace cuatrocientos años, 
a despojar de sus tierras 
a todos los mexicanos. 

Trescientos años duró 
la desmedida ambición, 
arrasando por completo 
hasta nuestra religión. 

Esos hombres emplumados 
caminaban con destreza, 
de su civilización
que hable el Calendario Azteca. 

Este pueblo de Cuauhtémoc 
no lo podrán dominar,
él luchará por sus tierras 
para libre trabajar.

En mil ochocientos diez 
Hidalgo fue a la campaña, 
para arrojar al burgués, 
a ése que vino de España. 

Entre Hidalgo y Morelos 
hubieron hombres sublimes,
también hubo ambiciosos 
como Agustín de Iturbide. 

Lerdo y Juárez escribieron 
para el mundo la jornada, 
que ya grabada quedó
en el Cerro de las Campanas. 

Por sus tierras ha peleado 
este pueblo con denuedo 
por eso se levantó
con don Francisco I. Madero. 

La burguesía mexicana 
miró la cosa tan cierta, 
-mataremos a Madero;
de eso que se encargue Huerta. 

Zapata se levantó
con su valor insurgente, 
y el gobierno lo mató 
con puñal terrateniente. 

Se hacen las revoluciones 
en Washington sin tardanza; 
para asesinarlas luego, 
como le pasó a Carranza. 

Desde Madero a Obregón 
son diez ya los presidentes 
que ha cambiado la Nación, 
y seguimos como siempre. 

El Plan de Ayala nos trajo 
un porvenir que no es fijo; 
esa Ley del Seis de Enero 
que parece a la de Cristo. 

Toda la Reforma Agraria 
es una mera ilusión,
para Tierra y Libertad
hay que hacer expropiación.

Para vengar tanto mal 
de la burguesía asesina, 
todos los proletariados 
a empuñar la carabina. 

Nuestro dolor aconseja 
esta medida unionista 
bastante ya hemos sufrido 
al pie del latifundista. 

Sánchez ya se levantó
De la Huerta y fachismo, 
para pelear contra Calles, 
también contra el agrarismo. 

Los agraristas pa pronto 
salieron a la pelea,
y a muchos de los huertistas 
les quitaron la zalea. 

Obreros de la ciudad 
anden con mucho cuidado 
no se queden como en ésta 
como los guajolotes colgando. 

Viva la Internacional
de campesinos valientes, 
en su gran lucha mundial 
contra los terratenientes. 

Aquí se acaba el corrido 
debajo de los encinos, 
vivan los trabajadores, 
que vivan los campesinos.